miércoles, 26 de enero de 2011

NUNCA OLVIDES QUE SI CAES ES PARA VOLVER A LEVANTARTE.

Se me escapó el aire, el viento.

Se me rompió la vida y ahora tan solo intento coserla a pesar de sus intentos por no quedarse conmigo. Ya está cansada de tanto desequilibrio mental, porque ando siempre buscando una inestabilidad que me devuelva al mar. A esa sensación de sentir que te puedes caer en cualquier momento, en cualquier lugar; porque eso significa que te puedes volver a levantar. Y puede que con más ganas que nunca.

No, ya no me duelen tanto las caídas, tan solo se me quedan los nudillos rojos y alguna que otra cicatriz escondida. Porque aprendí a caer bien, así no duele tanto sentir que me siento vacía. Vacía de sensaciones en espera de otras nuevas.

De tanto teorizar se me quedan cortas las palabras.

Quiero encontrar sueños que me duerman,
quiero gritarle a la vida entera:
qué baratos son los sueños y caras las utopías,
que estas sucias realidades se disfrazan de mentira.

NUNCA OLVIDES QUE SI CAES ES PARA VOLVER A LEVANTARTE.




Miriam
Jau

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