miércoles, 2 de noviembre de 2011

Barcelona II

La ciudad, como el bosque, tiene miles de ojos.
Miradas curiosas que aprehenden la realidad
a mordiscos, o en migajas.
Sin darnos cuenta digerimos Barcelona
y a sus calles devolvemos
el vómito embaldosado,
la tos convertida en mariposas.
No hace falta saber idiomas:
todos escuchamos el mismo rugido del tráfico
y el mismo motor.


Las grandes avenidas nos demuestran que las líneas paralelas provienen de un mismo punto, y que allí a lo lejos se juntan, en otro lugar que tampoco existe.

Seguimos caminando

Cruza la calle
El semáforo en verde
Tu piel en mi piel.
Nos encontramos en el paso de cebra
en lo que dura un semáforo.
Desde el coche nos vemos allí quietos,
abrazados, reteniendo el tráfico.

Sé que me ves porque te miras,
y puedo entender lo que (no) dices porque también me escucho,
aunque no lo entienda.



laura.nana

Barcelona I


Y aquí están mis tímidas, raíces nómadas
adentrándose a versos y a bocados
en los poemas de Barcelona.
Se escurren como agua
entre baldosas y tejas,
vuelan como las demás hojas secas.
Y caminan, como todas, hacia dentro
Hacia ninguna parte.


Entiende (entendamos)
que no hablo de raíces nómadas
por un placer poético con la paradoja
sino, más bien, por una necesidad.

“Es viento, es lluvia, es fuego.”



laura.nana

Fragilidad

I.
Tengo miedo de compartir contigo una continua habitación de camas separadas, cada uno en su silencio fingiendo hablar de lo mismo. Y así decirnos estar juntos, sin estarlo.

II.
Quiero acurrucarme en tus labios, en el resquicio último entre tu sonrisa y el mundo. En las lunas de tu piel, donde no hace frío si tú no queremos.

III.
Navega por mis adentros y déjame sumergirme: tendremos alas.
(Si no prometes quedarte) te invito a volar conmigo.


laura.nana
Las llaves están en el fondo del mar, donde yo las dejara.
Y a voluntad abierto el pecho aunque entre el viento
y sobre todo, porque entra.

laura.nana

¿Qué importa ser poeta o ser basura?

I.
Quiero hacerte el amor con palabras
quiero hacerte desaparecer.

Sin silencios no hay poesía
sin "yo" no hay "tú"
sin nada, no hay.

Lo siento, pero aun te amo por lo que significa tu ausencia
por lo que duele no hacerlo
y por el frío en el centro del colchón
del cuerpo
del pecho.
Saboreo el beso por la falta de promesas
y retengo tu ausencia entre mis cuatro paredes.


II.
El camión de la basura se lo lleva todo:
la calle, los restos, los poetas, la lluvia.
Prefiero que me reciten silencios a que me lean versos.


III.
Hablo porque calláis, estoy harto de escucharme.






laura.nana

La curiosidad que se ríe de todos los miedos

Me gusta cuando callas, porque estás presente.
Sé que buceando en tus ojos encontraré los míos.


Laura.nana

9,8

Pesan las lágrimas de pura ingravidez. Me estalla en los oídos el ruido que no hacen al caer.
Hoy al levantarme me he olvidado de mí. No sé cómo mirar para ver personas y no manchas tridimensionales.
Qué lejos está la luna, qué lejos todo.
Estoy igual de sola en mi cuarto vacío que en este vagón lleno.
¿Qué importa romperse? ¿Dónde está la cuerda?

Pequeño y azul animal



Laura.nana

Bailad, bailad

Somos un montón de marionetas bailando al son de una canción que dice somos un montón de marionetas....








Laura.nana

Agua con aceite


Prefiero llevar tus pecas en la piel antes que mis penas.
¿A qué llamas estar vivo?
Soy una gota de agua
- zambullida en aceite - no soy nada.
Soy insomne de días soleados, vómito de falso existencialismo y sin excusa.
Soy otra de las mentiras que no me importó creer.

¿Acaso piensas?
No me mires, no estoy, desaparezco.
No respires, no hay aire suficiente para los dos.
Bésame sólo en blanco y negro.



Soy una superviviente al comercio del tiempo,
me llené de vacíos,
perdí el presente al intentar irme lejos.
Me fui.



Me diluyo en una bañera de aceite, respiro manchas tóxicas de miedo al futuro.
Reescribe el cuento. Ayúdame a reescribirme.


Laura.nana