domingo, 27 de febrero de 2011

Primavera II

Quisiera hacer de ti un animal,
bello y sublime.
Como ungüento de tu ser
razón e instinto en perfecta simbiosis,
el mejor combustible,
pasión en cada latido.
Sentirte estallar dentro de ti,
con un irrefrenable afán destructivo,
con la espontánea felicidad de una risa,
con sexo de jazz o de Beethoven.
Ver en tus ojos ese brillo que dice que cambiarás el mundo.
Seré tu más amado sueño,
tu más terrible pesadilla
Déjame serlo,
déjate llevar.
Quisiera hacer de ti lo que eres,
aún negado bajo el polvo de la normalidad.



No debería, pero es que a ratos me da igual si es alegría u odio. Lo que me importa, lo que necesito, es que sintáis. 
No digo arrastraros por superficiales pasiones, por deseos precocinados y falsas necesidades, ni tampoco haceros sociópatas de profesión o aspirar al absoluto. 
No, lo que me gustaría es que fueseis pasiones, hechas de piel, de pensamientos, de palabras.
Que casi os estallen las venas de lo fuerte que bombea la sangre; que sea imposible entender como un sentimiento tan fuerte os cabe en el cuerpo, que de verdad luchéis por lo que creéis.
No tiene que ser siempre escenas de Shakespeare, quizás baste con disfrutar de la tranquila luz del sol, pero disfrutarla, eso sí, con cada poro de la piel.
Porque no soporto la apatía que nos recetan como supuesta terapia, en cada minuto de una vida que ya no es vida. Así que, por favor, sentid; vivid lo que sea, pero con pasiónAl fin y al cabo, es el mejor afrodisíaco.









"Bebe, danza, sueña, siente que el viento ha sido hecho para ti. Vive, escucha y habla usando para ello el corazón. Siente que la lluvia besa tu cara cuando haces el amor. Grita con alma, grita tan alto que de tu vida seas, amigo, el único actor"






Laura.Nana

viernes, 25 de febrero de 2011

Sonrisa de primavera

Digan lo que te digan, 
¡No estamos muertxs!


La primavera aún no es, pero existe.
No trae ese consigo ese cosquilleo tonto en el estómago, sino un reflejo impresionista en el agua, sabor en el viento.
Dulce, tan real que parece serlo, y de repente no consisto sólo en deseo, sino que soy mar.
Me convierto en un lienzo, y me descubro con miles de mariposas vibrando dentro.
Por todas partes, en cada centímetro, donde antes había músculos, órganos, tejido, huesos,
ahora hay mariposas. Inquietantes insectos de vida. Partículas de colores en ebullición.
Ya sabes, se agitan y bailan buscando la salida.
Si descubro cómo hacerlo, estallaré convertida en miles de mariposas, sin miedo, sin prisa, sin pérdida.


Porque podemos ser perros callejeros, entes, caos, duendes, fantasmas, golpes, canciones, brujas, risas, y lo que tú quieras, pero es que también somos jodidas mariposas.

Y, si somos, seremos una tribu.
Que sueña, que desea, que canta, que siente, que grita ¡estoy viva!




"Te canto, me cantas, te oigo, me echo a volar.
Y ojalá pudiera darte más vida, y empezamos a soñar.


Llevo un mar adentro y tierra viva
con calles llenas de rebeldía"




laura.nana

domingo, 20 de febrero de 2011

¿Juegas?


Sonrió cuando pronuncié la palabra "mentira".

Sonrió cuando le aseguré que nada había sido real. 
Cuando le dije que la engañaba.
Cuando le susurré que había estado jugando con ella.
Sonrió cuando le dije que la tenía que matar,
y seguía sonriendo cuando acerqué el cuchillo.

Tuve que dejarle respirando,
sólo en los poemas tiene sentido matar a una chica suicida.

Aún no tengo claro quién jugaba con quién, 

sólo sé que a ella le divertía.





laura.nana

miércoles, 16 de febrero de 2011

"La prisa mata"

"Calla niña, que a veces tus susurros perforan demasiado los oídos. Creo que últimamente se te ha metido mucha arena en los bolsillos y por eso la vida te pesa demasiado. Tantos relojes no son buenos, no tengas prisa que ya sabes que mata y apenas te queda tiempo para hacer el amor. Si esque sabes que en el fondo no quieres volver a morir, pequeña."



Se quedaba su aroma
junto a un papel
en el fondo quemado
por el humo del tabaco.

Su esencia se marchitaba
poco a poco
entre almohadas,
y a la vez avivaba
el poco fuego que le quedaba.

Beso a beso
en su memoria,
navegando entre abrazos.

Con un nuevo despertar
entre fríos amaneceres,
bailando en el invierno de su piel
perdiendo su corazón a ratos.




Miriam
Jau

lunes, 7 de febrero de 2011

Deseo

Sedúceme, miénteme y hazme creer que puedo sentir,
que no necesito aferrarme alegremente a mi propia muerte
para poder disfrutar de estar viva.

Por mucho que diga que prefiero ser mitad mentira antes que verdades a medias, ninguno de los dos podemos olvidar que así como yo tengo cosas de ti (la afición al café solo, por ejemplo), también tú eres yo.  Aunque te asuste, aunque no quieras, todos somos versiones de la misma no-persona.

Sabes, yo me creí demasiado aquello de que el fin es el camino, y el objeto, la búsqueda en sí misma. Por eso ya no entiendo de Ítacas ni de Penélopes, porque yo soy mi barco, mis bonanzas y mis tempestades.

A veces pienso que cuanto me rodea es también causa y consecuencia mía, un mero instrumento de la percepción para mostrarme lo absurdo de sostener eso que llamáis “identidad”.

Soy el principio y el final de lo eterno, las fantasías sexuales de una monja  y el disfrute incendiario de la melancolía. 

Soy la muerte que explota cada uno de sus suspiros para recordaros que si no disfrutáis de satisfacer los deseos quizá estaríais mejor muertos.

Yo, quiera o no, soy los odiados “casi” y “demasiado”, nunca algo completo, nunca en la medida justa. 
Y me encanta tanto como no lo soporto.

Soy el interminable intento de suicidio de la vida en clave de fa.

Soy la esencia del deseo, que crece y crece sin contener en sí misma la fórmula de su consumación.

Soy… soy seducción, un orgasmo que nunca empieza, nunca grita ni se calla, nunca termina. Esa lágrima que no acabará de ser lágrima, esas sonrisas que poseen dentro el universo pero no una sonrisa.

Podríamos decir que represento muchas de esas cosas que jamás admitirías, pero que quieres ser. No es cuestión de inmoralidad, sino de duda: la duda es contradicción, deseo.

Y me encanta: vivo en la cuerda floja entre el quiero y el debo; esa frágil y eterna cuerda floja. Un contrapposto imposible, que duele en su equilibrio y parece a punto de romperme… pero que nunca lo hará.


Soy la fragancia del deseo: todas las posibilidades y ninguna realidad. Por eso no vivo del todo ni me mato completamente, ¿recuerdas que te lo dije? La felicidad, la libertad, son responsabilidades que, aunque pudiera, no estaría dispuesta a asumir. Pero tampoco encuentro motivos suficientes para el suicidio; no los tengo, vamos, por mucho que busque. En cualquier caso, alcanzar cualquiera de estas metas supondría el final del juego, ¿no te parece? Así que prefiero volar unos ratos y apuñalarme otros para mantener la curiosidad.

Hace unos meses hablamos de la fiebre, y sigo sin tener claro si el almacenar dentro de mí tanto frío y tanto calor me provoca ataques de risa o me bloquea las arterias. ¿Tú lo has descubierto ya?



La teoría del ying y el yang en el despacho de un psiquiatra.
El perfecto teatro de la contradicción.
La obra inacabada que promete ser la definición de Arte, pero no lo será.
Deseo por vicio y por desgracia, para jugar actuar por instinto y observarlo todo racionalmente aunque me haga daño el pensamiento.

Soy el deseo del deseo del deseo.

“Sabes, tienes un puto problema, niñasuicida”. Eso me dijiste, y aún así siempre me acabas arrastrando a tu cabeza y me deslizas por tus sábanas sin darte cuenta.

Claro que tengo voz de mujer, pero puedo tener la que quieras. ¿No lo entiendes? 
Sólo existo en tu cabeza.



"El poeta es un fingidor.
Finge tan  completamente
que hasta finge que es dolor
el dolor que en verdad siente."

laura.nana