domingo, 11 de abril de 2010

Y una nube de arena, dentro del corazón



Sam se mordió el labio inferior con suavidad, mientras cambiaba el cigarro de una mano a otra.
- Dame un gramo de realidad, varias tabletas de endorfinas, una bolsita de analgésicos y alguna de esas pastillas para dormir...
Él la miró de arriba a abajo y después siguió atento a las pelotas de malabares.
- Me debes pasta, cariño.
- Lo sé, lo sé... Ahora mismo no llevo suelto, pero...
No dejó que terminara:
- Entonces déjalo, y vuelve cuando tengas dinero.
Sam se acercó a él y apoyó la cabeza en su hombro.
- Por favor... Te prometo que te lo pagaré, estoy sacando dinero y dentro de poco tendré para devolvértelo todo. Venga, por favor...
Las pelotas volaban, una tras otra, como si las manos de él apenas las rozasen y por sí mismas buscasen llegar al cielo. Él giró la cabeza y se encontró a a escasos centímetros de Sam. Podía sentirle respirar, esforzándose en coger el suficiente aire. Tenía un olor dulce pero penetrante, como las magnolias. Ella le sostuvo la mirada mientras contaba los tonos de azul que sus ojos habían robado al mar. Sentía los labios de él muy cerca de los suyos; y sabía que estaban fríos, que podía acercarse hasta rozarlos y sólo sentiría frío.
- No.
Volvió la cabeza hacia las bolas de malabares.
- Puedo darte algo a cambio. -Dijo mordiéndose de nuevo el labio, y acordándose de fumar se llevó el cigarro a los labios. Aspiró con fuerza, una calada que le llevó el humo hasta el fondo de los pulmones.
- Lo dudo.
Él guardó los malabares en un bolsillo y observó con curiosidad el humo salir de su boca.
- ¿Ahora fumas?
- No - Dijo mientras le daba otra calada - . Lo controlo tan bien como el resto de mis adicciones.
El se acercó a su cuello y le susurró al oído:
- ¿Me prometes que me darás el dinero?
Sam se giró para mirarle a los ojos.
- Te lo prometo. De momento, quédate esto, yo no la uso.


¿Quién no vendería su alma al diablo si tuviera los ojos azules?


"Sombras chinescas se burlan de mí. Se reflejan a la luz del candil.
Y yo en mi cama... Lleva ya muchos días sin hacerse, llenarla a medias no me motiva lo suficiente."


Odio las promesas.


Laura

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