lunes, 26 de abril de 2010

Primavera de colores.

Créeme; te voy a regalar la mejor de mis sonrisas. Y entonces ni siquiera serás capaz de saber por qué. Ya lo sabes. Somos bipolares.

Cierra los ojos durante mucho más rato que cinco simples segundos; pero ciérralos tan fuerte que puedas llegar a sentir el crujir de tus pestañas. Luego, después de haberte evadido, despierta. Y dime la verdad. Es duro descubrir la realidad, encontrarte con esto, con todas estas ilusiones perdidas.

Yo también soñé que lo cambiaría, que pintaría tu atmósfera de colores tan intensos que romperían las ventanas de tu cielo; si es que existiese. Entonces cojeré el humo con el que habíamos pintado los sueños y aspiraré tan fuerte que las nubes se verán obligadas a llevarme allí.

Y pensando, siempre me repito que todo esto va a seguir siempre dentro de mí y solamente el papel será testigo de a dónde quiero irme.
Contigo.
Sin ti.

Volando tan alto dentro del agua.

Déjame separarte de mí, desmayándote el alma y dejando que baile (aunque sea sola) pero quizás sería mejor si la acompañas.
No lo se.
No se que es mejor.



Imagínate que estoy loca de verdad (pero de verdad ¿eh?) y que mis utopías son solo delirios de mi imaginación, pero, dime que vale la pena.

Ha vuelto.
Otra vez vuelve a visitarme.
Simplemente estaba escondido en su mundo libre.
Eso es lo que tenemos todos en nuestro interior. Y cuando te atrevas a visitarlo, llámame.
Creo que estaría dispuesta a darte la mano. Quizás sea algo nuevo para tí pero, ¿acaso hay algo mejor que descubrir cosas?

Deja que fluya el humo de sueños, que es de colores y ni siquiera el asfalto puede oscurecerlo. ¿Te vienes?




Que no se por qué sólo me empeño en gastar tinta, pero ni te imaginas cómo me siento.
Sí, de colores.
De colores salvajes.
Como cuando éramos niñxs.


···
··miriam··
·Jau·
·

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