domingo, 19 de diciembre de 2010

Psicoanálisis inconcluyente, paciente inconcluso.

 



- Hay personas capaces de convertir en una cuerda floja el más sólido pavimento. Por manía, por la necesidad de complicarse; tal vez sencillamente por aburrimiento.
- Ni siquiera las bombillas son tan bipolares como son. Ni el caos más absoluto ordenaría los pequeños absurdos.
- Nosotros, que además de ser, soñamos; también somos sueños. Reales hasta el momento de despertar.
- Filosofía de barra sin barra, agua sin hielo.


- Voy a meterme a la lavadora. Quizás entre el suavizante, el jabón y la centrifugadora se me aclaren las ideas. ¿Ideas?

Vente, a vivir en burbujas de lejía.

- Se trata de un templo, un templo sin dios, un templo con la extraña tendencia a fragmentar los pilares que lo sustentan. Y quien dice un templo, dice cualquier cosa menos un templo.
- Menos mal que el ser humano aún sabe sonreír. Esa simple locura le hace divino, la perfección mortal.

CONCLUSIÓN: PSICOANÁLISIS INCONCLUYENTE.
¡a todos nos hace falta un poco de surrealismo!


Laura

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