No solía servir para nada, pero así los pájaros del edredón tenían algo con lo que jugar que no fuera ella.

Una mañana, el aire sin oxígeno olía estrafalariamente a vida.
Curioso -se dijo Trotasueños-; casi podría acostumbrarme.
Tiró la llave inglesa, y ahora duerme con una vela encendida para que se le funda el insomnio y no apagarse ella.
She's only happy in the sun, Ben Harper
nana.
1 comentario:
Un día, durmiendo, mejor, soñando, me sonó la luna y al darme la vuelta millones de mariposas salieron de debajo de la almohada... creo que te buscaban decían algo de unas velas y una chica que soñaba y pintaba la magia :)
tequiero!
Publicar un comentario