martes, 4 de mayo de 2010

Precipicios y alas baratas


"El sueño de la razón produce monstruos."
El sueño de la razón produce monstruos.
El sueño de la razón produce monstruos.
El sueño de la razón produce monstruos.
El sueño de la razón produce monstruos.


No sé si lo saben, pero en esta ciudad, cuando decimos que hace aire, lo que ocurre es que el viento está arrastrando a la ciudad. Y a nosotros con ella, pero eso seguro que nadie se lo ha dicho.
Por si acaso, conviene meterse piedras en los bolsillos y atarse bien los pies descalzos. Soltarse un poco las raíces del cerebro y soltarse también la melena; no vaya a ser que tengamos que salir volando, como el gato, nuestro querido Mr. Cheshire, que a saber dónde está ahora.
Si usted desea volar y sabe cómo hacerlo, ¡estupendo!: este es su día. Pero cójase un paraguas para taparse bien por la noche, porque hace frío y es muy probable que tenga que dormir solo. Muy solo.
Y si usted, como casi todo el mundo aquí, tiene verdadero miedo a las leyes de la Ingravedad, sencillamente busque un abrazo de esos que se pueden guardar en el bolsillo roto de un pantalón y te hacen tener los pies en el suelo, y te sujetan las trenzas y hasta los latidos. No vaya a ser...
Yo, por si acaso, en días como estos me pongo muchos pendientes con cascabeles. Para saber cuándo recoger las velas de proa y cuando las de popa.
De todos modos, hablo sólo en el caso de que tengan que salir de casa. De no ser así, cierren bien las ventanas y desvistan las cortinas. Okupen sin miedo su mente y su sofá y prepárense algo calentito. Cualquier cosa, lo que tengan en la nevera. Un poquito de nada sin mantequilla o un chocolate caliente. Personalmente, les recomienzo un vaso de leche, pero eso es cuestión de gustos. 
De cualquier modo, recojan la ropa de la cuerda de tender, no vaya a ser que se estropee. ¡Y acuérdense de recoger también al equilibrista! Pobrecito, cómo lo debe estar pasando... Y recojan a su amante de debajo de la almohada, que hace mucho frío y no estamos para tonterías. Métanse debajo de las sábanas y... bueno, ustedes ya sabrán que hacer, ¿no?
Sobretodo, saquen a orear las tonterías, que no merece la pena tenerlas en casa, y menos en un día como estos. Y guarden en una cajita un dibujo de cómo era antes el cielo, por si acaso dura mucho el vendaval y se les olvida. 
Creo que ya está todo.
¡Ah, y no pierdan la cabeza! Puede llegar a serles útil.

[La tentación de volar siempre es demasiado fuerte, lo sé. Este cierzo es un ogro de voz dulce. Espero que al menos deje la ciudad en un lugar bonito...]


"El viento viene, el viento se va, por la frontera.  El viento viene, el viento se va, sin más razón." (Manu Chao)



:Nanana:

4 comentarios:

Anónimo dijo...

tan locos pensaron hacerse piratas... surcar en veleros los mares de China... =)

Celia dijo...

Me ha gustado mucho, mucho, mucho.
Yo también estoy harta del viento, parece que te abofetee alguien con una bolsa de hielos cuando sales a la calle.
Esperemos que Zaragoza acabe en algún sitio de las selvas amazónicas, para variar xD
un beso :)

Dara dijo...

Yo me guardo sandías en los bolsillos de la gabardina. ¿Crees que será bastante?



sonrisa con hambre

Laura D M dijo...

Mmm sandías... Será suficiente siempre que luego se las prestes a un desconocido.
:)

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